CESU
Acuerdo por lo superior
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es el paradigma de esta seguridad. Sin embargo, cayeron, como
todos los imperios anteriores y posteriores, el musulmán, el
bizantino, el austrohúngaro y el soviético. La cultura occiden-
tal dedicó varios siglos a tratar de explicar la caída de Roma y
continuó refiriéndose a la época romana como una época ideal
que debíamos recuperar. El siglo XX ha derruido totalmente la
predictividad del futuro como extrapolación del presente y ha
introducido vitalmente la incertidumbre sobre nuestro futuro.
La educación debe hacer suyo el principio de incertidumbre,
tan válido para la evolución social como la formulación del
mismo por Heisenberg para la Física. La historia avanza por
atajos y desviaciones y, como pasa en la evolución biológica,
todo cambio es fruto de una mutación, a veces de civilización y
a veces de barbarie. Todo ello obedece en gran medida al azar
o a factores impredecibles.
Pero la incertidumbre no versa sólo sobre el futuro. Existe
también la incertidumbre sobre la validez del conocimiento.
Y existe sobre todo la incertidumbre derivada de nuestras pro-
pias decisiones. Una vez que tomamos una decisión, empieza
a funcionar el concepto ecología de la acción, es decir, se des-
encadena una serie de acciones y reacciones que afectan al
sistema global y que no podemos predecir. Nos hemos educado
aceptablemente bien en un sistema de certezas, pero nuestra
educación para la incertidumbre es deficiente. Existen algunos
núcleos de certeza, pero son muy reducidos. Navegamos en un
océano de incertidumbres en el que hay algunos archipiélagos
de certezas, no viceversa.
6.
Enseñar la comprensión
La comprensión se ha tornado una necesidad crucial para los
humanos. Por eso la educación tiene que abordarla de manera
directa y en los dos sentidos: a) la comprensión interpersonal e
intergrupal y b) la comprensión a escala planetaria. Tecnologías
de información y de comunicación no implican comprensión.
Esta última siempre está amenazada por la incomprensión de
los códigos de los demás, de sus ritos y costumbres, de sus
opciones políticas, de su comportamiento ético. A veces con-
frontamos cosmovisiones incompatibles. Los grandes enemigos
de la comprensión son el egoísmo, el etnocentrismo y el socio
centrismo. Enseñar la comprensión significa enseñar a no re-
ducir el ser humano a una o varias de sus cualidades que son
múltiples y complejas. Por ejemplo, impide la comprensión
marcar a determinados grupos sólo con una etiqueta: sucios,
ladrones, intolerantes, terroristas… Positivamente, las posibi-
lidades de mejorar la comprensión son posibles mediante: a)
la educación en empatía hacia los demás y b) la educación
en tolerancia hacia las ideas y formas diferentes, mientras no
atenten a la dignidad humana.
La verdadera comprensión exige establecer sociedades
democráticas, fuera de las cuales no cabe ni tolerancia ni
libertad para salir del cierre etnocéntrico. Por eso, la edu-
cación del futuro deberá asumir un compromiso sin fisuras
por la democracia, porque no cabe una comprensión a
escala planetaria entre pueblos y culturas más que en el
marco de una democracia abierta.
7.
La ética del género humano
Además de las éticas particulares, la enseñanza de una éti-
ca válida para todo el género humano es una exigencia de
nuestro tiempo. Considero el bucle individuo « » sociedad «
» especie como base para enseñar la ética venidera.
En el bucle individuo « » sociedad surge el deber ético de
enseñar la democracia. Ésta implica consensos y aceptación
de reglas democráticas. Pero también necesita diversidades y
antagonismos. El contenido ético de la democracia afecta a
todos esos niveles. El respeto a la diversidad significa que la
democracia no se identifica con la dictadura de la mayoría.
En el bucle individuo « » especie se fundamenta la necesidad
de enseñar la ciudadanía terrestre. La humanidad dejó de ser
una noción abstracta y lejana para convertirse en algo concreto
y cercano con interacciones y compromisos a escala terrestre.
Quiero convocar a un gran narrador, poeta y pensador colom-
biano para terminar mi tarea, para que me ayude a sentir con
sus imágenes la finalidad del sistema educativo, la respuesta a
la pregunta esencial ¿para qué y para quién educar? Pues luego