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Excelencia educativa para la transfromación social
identificar las principales tendencias
socioeconómicas, políticas, culturales,
tecnológicas, entre otras, tanto a esca-
la mundial como nacional y regional, y
así tener un mayor conocimiento del
contexto, panorama y retos en los que
las instituciones de educación superior
deben adelantar su función en la socie-
dad contemporánea.
El punto de partida de la construc-
ción del Plan de Desarrollo 2014-
2020 ha sido la identificación de las
grandes preocupaciones a escala
mundial, enfocadas en la superación
de grandes desafíos más allá de 2015,
fecha límite establecida por los paí-
ses signatarios para el cumplimiento
de los objetivos de desarrollo del mi-
lenio.
Entre otros retos, el que-
rer de la sociedad marginada
se centra en disfrutar de
edu-
cación
de buena calidad du-
rante toda su vida, así como de
atención de salud integral, el
disfrute de los beneficios del
crecimiento económi-
co
de forma justa y equitativa,
y la eliminación de las desigualdades
y la exclusión social, especialmente
entre los más pobres, las mujeres, los
pobladores rurales y de barrios urba-
nos marginales, las personas con dis-
capacidades y los pueblos indígenas,
entre otros.
En el actual contexto, el enfoque mun-
dial es el de una educación basada en
el desarrollo de competencias, como
una de las estrategias más eficaces para contribuir a enfrentar, desde lo educativo,
las exigencias propias del nuevo milenio. Entendidas como los conocimientos, las
habilidades, las actitudes y los valores que desarrollan las personas en la interacción
con los otros (personas y objetos de conocimiento), las competencias son las que
permiten comprender, interactuar y transformar al mundo.
Esta noción concibe la educación como un proceso permanente durante toda la
vida y en diferentes espacios vitales; de allí la importancia del desarrollo de des-
trezas, habilidades, actitudes y valores que se hagan evidentes en la interacción
con otros, con las tecnologías, especialmente las TIC en contextos específicos.
De acuerdo con la UNESCO, la educación se debe dirigir, de manera prioritaria, al
desarrollo de cuatro capacidades básicas: aprender a conocer, aprender a hacer,
aprender a vivir juntos y aprender a ser.
Aprender a conocer implica que la educación debe estar centrada en lograr que
los educandos adquieran los conocimientos propios de las disciplinas y la capaci-
dad de buscar información, evaluarla críticamente, transformarla, producir nueva
información que responda a sus necesidades y contextos, lo que incluye la com-
petencia de valorar la existencia de diferentes tipos de conocimientos, compar-
tir la información y utilizar herramientas conceptuales y tecnológicas. En cuanto
a aprender a hacer, la educación debe enfocarse al desarrollo de competencias
necesarias para usar la información y
los conocimientos en la resolución de
problemas en su contexto, de manera
que respondan a las demandas y retos
de su entorno.
La educación tiene como reto ade-
más, ofrecer oportunidades a los
estudiantes, para el descubrimiento
de sí mismos y la experimentación
del individuo en lo artístico, estético,
deportivo, científico, cultural, social,
de tal forma que les permita recono-
cer sus potencialidades e integrarse
al mundo. Finalmente, la educación
debe permitir el aprendizaje de la
convivencia, la construcción de con-
sensos, la resolución de conflictos de
manera concertada, a escuchar y a
negociar con quien piensa diferente.
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